Nuestras hojas amarillas
Be a spark in the dark
A girl.
Era difícil tratar con ella.
A veces era insoportable, me odiaba, se alejaba y se guardaba dentro de sí para evitar que alguien le hiciera más daño. En otras ocasiones estaba feliz, deseaba salir, disfrutar de un rato con amigos, hablar de aquella decepción amorosa que le hizo daño o, quizá, hablar de aquel a quién quiso mucho pero ya no quiere más.
Había que tenerle paciencia, así te desesperara por cualquier tontería. Había que quererla, entenderla, abrazarla de vez en cuando, reírte con ella... había que cuidarla como a una niña pequeña.
Había que cuidarla como esa niña de catorce -casi quince- años que aun no quiere dejar de ser eso: una niña.