Nuestras hojas amarillas

Be a spark in the dark

Ausente.

He estado ausente...
de muchas maneras posibles.

Despierto,
hago lo mismo una y otra vez,
y aunque a veces me encuentre,
la mayor parte del tiempo me siento perdida.

Netflix, Wattpad, un poco de cocina, mis plantitas y trabajo:
en eso se ha vuelto mi día a día.
Tonto, monótono,
pero ¿qué puedo decir?
Se me están acabando las historias que contar,
las sonrisas y la estabilidad.

Ya no escribo,
aunque creo que eso es un poco evidente, ¿no?
Las palabras me abandonaron hace unos meses,
cayeron al vacío,
así como yo cuando todo se derrumbó sobre mí.

Últimamente he llorado un poco,
recuerdo lo difícil que ha sido todo y me vuelvo pequeña, rota y vulnerable de nuevo.
¡Dios! Odio esa sensación.

Miedo,
esa ha sido la única emoción constante,
el resto ha sido una montaña rusa,
una maraña,
un ovillo.
Me gustaría decir que las he sabido controlar,
pero a veces ellas ganan y me controlan a mí.

Dolor,
la sensación que no me ha abandonado durante estos meses,
siempre a mi lado,
a veces con más intensidad que otros días,
impidiéndome caminar
y llenando mis ojos de lágrimas.

He intentado tanto ser fuerte,
pero a veces es tan difícil,
tan exigente,
tan agotador.
Pero siempre trato de sonreír, así no quiera,
porque quiero volver a ser yo,
volver a sentirme bien,
y volver a caminar con seguridad.

Tengo tantas ganas de dejar de sentirme así:
tan pequeña,
tan débil,
tan ausente...

Virginia Salazar León

June 12, 2021

Virginia Salazar León