Nuestras hojas amarillas
Be a spark in the dark
Glasses.
La vida sin lentes era un tanto borrosa,
pero me gustaba,
me hacía recordar que había un tiempo en el que no dependía de un lente cóncavo para enfocarlo todo y me daba el gusto de hacer las cosas que hacía desde siempre.
Me gustaba ver las estrellas en el cielo
así no pudiera distinguirlas bien;
Me encantaban los días lluviosos, los atardeceres y amaneceres,
aunque mi visión se volviera más borrosa en esas horas;
Me gustaba leer,
aunque a veces me perdiera en tantas letras;
Y me gustaba jugar con el enfoque de mis ojos,
para darme cuenta que el astigmatismo nublaba un poco más que la miopía.
Pero siempre me tocaba regresar...
al transparente mundo detrás de un par de lentes cóncavos,
al verde de la luz que se reflejaba sobre ellos
y al reflejo de mi ojo cuando la luz tomaba cierto ángulo.
Siempre me tocaba volver a ser dependiente,
aunque admito que existían días en los que deseaba que no.