Nuestras hojas amarillas
Be a spark in the dark
Duelo.
Las heridas de una pérdida siempre son diferentes.
Unas duelen más
y son más profundas,
de esas que dejan cicatrices marcadas
que muy difícilmente se pueden borrar.
Otras son solo rasguños,
que sangran,
duelen,
pero no dejan cicatrices visibles.
Y otras,
simplemente,
son moretones,
de esos que desaparecen en unos días.
Cada herida es distinta,
pero a la vez,
lastima de la misma manera...
Porque cada una,
indirectamente,
va fragmentando y desgarrando,
poco a poco, el alma,
haciendo que sufra
y agonice desde dentro.
Es por eso que...
nada nunca es igual después de perder a alguien.