Nuestras hojas amarillas
Be a spark in the dark
Plan C.
Estábamos juntos en un lugar cercano a la costa.
No nos encontrábamos solos, más bien, estábamos acompañados por tus amigos, esos que, muy en el fondo, me conocían.
No pude saber cómo, pero de repente, estábamos solos.
Estábamos bromeando, riendo, parecíamos cómplices y nos veíamos felices.
De pronto, parecía que habías recordado algo y dijiste "así solíamos comportarnos cuando estábamos juntos, pero tú no sientes nada por mí ¿no es cierto?"
Quedé en silencio, porque sabía que no era cierto.
Fuiste rápido e interpretaste mi silencio de la mejor manera.
Te acercaste a mí.
Dejaste tus lentes sobre mis manos.
Quitaste los míos con suavidad.
Te fuiste acercando de a poco.
Cada vez menos distancia.
Cada vez más cerca.
Nuestros labios se juntaron, mi corazón latía desbocado y, por un momento, la realidad se había vuelto subjetiva...
Hasta que desperté mirando un techo conocido, escuchando el sonido incesante de las aspas de mi ventilador y con ligero vacío en el pecho.