Nuestras hojas amarillas
Be a spark in the dark
Protón.
Si él no hubiese llegado, yo seguiría con mis idas y venidas.
Me hubiese distraído con cualquier mirada y con alguna sonrisa,
hubiese permitido que alguien más me besara sin cariño y solo por deseo,
seguiría jugando con los sentimientos de esa persona que solo deseaba jugar conmigo,
hubiese soportado todas las tonterías de ese que no entendía que yo había dejado de quererlo
y, sobre todas las cosas, seguiría en mi rincón personal aguardando,
esperando que alguien apareciera, me inspirara y me hiciera escribir miles de cosas bonitas.
Si él no hubiese llegado, las cosas seguirían siendo lo mismo y nada hubiese cambiado.
Pero llegó.
Con ganas de hacerme sonreír, de hacerme creer que podía lograr esa improbabilidad tan lejana.
Llegó a darme esperanza y seguridad.
A enseñarme que se puede querer de una manera muy bonita, sin prisas, con intensidad y confianza.
Llegó.
Cuando había perdido las esperanzas...
Justo cuando ya no lo estaba esperando.