Nuestras hojas amarillas
Be a spark in the dark
To: 2015.
Querido 2015
Año 2015
2015, fuiste un año de descubrimientos, desilusiones, pérdidas, encuentros, abrazos, noticias, imprevistos, reencuentros, creación, inspiración, bloqueos mentales, lágrimas, recuerdos, momentos, sonrisas, miradas, cumpleaños, reuniones, despedidas, alegrías, tristezas, decepciones... en fin, fuiste muchas cosas.
Admito que, tú me enseñaste que la vida es efímera y que puede ser, realmente, imprevista.
Por otro lado, tengo que admitir que, gracias a ti, soy mayor de edad, no tengo tanto miedo a estar sola y entendí que, aunque las personas quieran saber la verdad, no siempre están dispuestas a escucharla.
Resalto que, fuiste eso que no se nombra por miedo a que vengan los malos recuerdos. Fuiste la antítesis de la alegría y un símil de la tristeza. Fuiste un verso suelto en medio de una rima consonante. Fuiste un claroscuro y el todo que se convirtió en la nada... aunque, al final, solo fuiste una estrella fugaz.
2015, no fuiste el mejor año. Sé que, deseaba que llegaras y, ahora, solo deseo que termines. No fuiste lo que esperaba... aunque, debo decir que, desde el principio, no supe qué esperar de ti.