Nuestras hojas amarillas

Be a spark in the dark

Una historia.

Bueno, por dónde empiezo...
Una amiga mía era "cuadre" de un chico. Ese chico, me presentó a su mejor amigo en vacaciones. Me escribía y luego, cuando entramos a clase, nos veíamos en el liceo, teníamos amigos en común y así...
Pasó el tiempo y me empezó a gustar. Yo gustaba de él y él de mí, claro, según él. Éramos "cuadres" por decir de alguna manera. Como vive por mi casa, nos vimos el 31 de diciembre: estuvimos juntos un rato a media noche, lo cual me trajo problemas con mi madre. Ella me decía que me podía aceptar un novio, pero no a él, que ella no quería ese "carajito" para mí.
Eso fue el boom de la familia. ¿Cómo la niña y la princesa de mami y papi podia estar "enamorada" de ese chico? Pasaron los días, las horas, los meses... llegó febrero y seguíamos siendo "cuadres". Me cansé. Me cansé de tanto esperar, me dí cuenta que el no era para mí, ni yo era para él: éramos de dos mundos totalmente distintos. Él era más, fiesta, cigarro, alcohol, mientras que yo era más libros, estudios, familia... una niña de casa, como lo sigo siendo.
Decidí alejarme sin darle una explicación. Él se dio cuenta y me escribió. Quería resolver lo nuestro con un: "¿qué te hice?". Le respondí que no era momento para hablar y él lo dejó así.
Luego apareció alguien más en mi vida, alguien que sí es como yo y, sobre todo, me demostró que de verdad me quería.
Llegué a la conclusión de que, tal vez, a ese chico nunca le importé, que quizá para él solo fui un juego y eso es lo que más rabia me da. Que enfrenté a mi familia por alguien que ni me valoraba, que solo quería una "guachafita" para que terminara siendo eso: un simple juego...
Pero eso ya pasó. No me quejo, ya que de eso aprendí muchas cosas.
Y bueno, esa es mi historia...
Aporte

Virginia Salazar León

June 09, 2016

Virginia Salazar León